LA PINTORESCA CIUDAD VIEJA

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A medida que ascendemos por la Ciudad Vieja, nos sumergimos en un mundo de diecisiete siglos de historia. Mientras paseamos por sus serpenteantes callejuelas empinadas y sus plazas adoquinadas, descubrimos el entorno sumamente cautivador de un pequeño pueblo de pescadores con incontables atractivos. En verano, los restaurantes y las cafeterías se despliegan por las calles y por el amplio paseo marítimo que se extiende a lo largo del pintoresco puerto. Visitaremos la iglesia de Santa Eufemia, recorreremos algún museo o exhibición o simplemente deambularemos por el pueblo para captar su esencia. La escena nocturna es también imperdible, con conciertos y música en las terrazas, ¡y una variedad de festivales locales repletos de colores y sabores!